Comentarios del Estándar


  Dado su interés y la información que aporta para la comprensión del estándar del Dogo de Burdeos, reproducimos a continuación un resumen de un texto redactado por el cinólogo y coautor de dicho estándar Raymond Triquet, traducido por el juez Aureliano Moguilot.

  Quizá convenga recordar lo que es un estándar canino. La palabra es antigua pero la noción es nueva. Para la historia de esta palabra franco-germánica, convertida en inglesa y reintroducida en Francia, propongo al lector que se remita al artículo Estándar y pedigrí, dos palabras muy nuestras, aparecido en octubre de 1983 en la revista Chiens 2000.

  El estándar que los cinófilos conocen no aparece hasta el siglo XIX, en Gran Bretaña, con la cinofilia moderna y las exposiciones caninas (la primera exposición canina fue en Newcastle los días 28 y 29 de junio de 1859). Laverack escribió su célebre El Setter en 1982, y el primer estándar oficial, el del Bulldog, data de 1876. Las exposiciones conllevaron la creación del concepto < perro de exposición > lo mas próximo posible al estándar y, por lo visto, cada vez mas estático. El trabajo y la utilidad parecían secundarios. El culto al perro nació a finales del siglo XIX y no hizo mas que extenderse mediante la adoración al campeón. El punto culminante de esta fascinación fue la exposición organizada por primera vez por la FCI en octubre de 1997,en Bale, reservada a los campeones y otorgando el ampuloso título de << supremo campeón del mundo de campeones>>.   

 

  Este útil de trabajo, esta especie de modelo que constituye el buen estándar para el cinófilo ilustrado, lo tenían los aficionados al Dogo de Burdeos desde 1971. El estándar que establecí entonces, y que el doctor Luquet pasó un día y medio releyendo conmigo, no era malo. Habíamos trabajado en el espíritu del estándar  llamado << de Mónaco>>, adoptado por la FCI después del congreso mundial de los días 21, 22 y 23 de marzo de 1934, en Mónaco, pero adoptándole modificaciones.

  El estándar es una descripción metódica del arquetipo, es decir, del modelo ideal. Antes de la adopción del estándar modelo de la FCI en Jerusalén en junio de 1987, he dicho insistentemente que nosotros no suministramos a los especialistas de la raza mas que un esquema. Con el comité de la Sociedad de Aficionados al Dogo de Burdeos y su presidente, mi amigo Philippe Sérouil, hemos apoyado con nuestras firmas el estándar llamado << de Jerusalén>> en un intento de evitar los clichés, los ditirambos e igualmente las medidas demasiado precisas que estereotipan a un animal mientras que la raza debe poder evolucionar, la manía de los matices y los excesos conducen a la teratología. Hemos visto también al Dogo de Burdeos en movimiento y la forma en que se comporta de verdad sin servilismo. Hemos intentado suministrar una guía a los aficionados y un útil de trabajo a los criadores y a los jueces.  

  Dije en una ocasión que los perros antes de la cinofilia no tenían estándar, pero tenían salud. Pensaba en los estándares rígidos, en los perros fabricados según la moda y en las exageraciones de todo tipo e incluso en las monstruosidades cultivadas.

 

 

 

             ¿Por qué, entonces, formular este nuevo estándar en 1994 (aceptado por la Comisión de Estándares de la FCI en 1995 sin mi presencia)? Para poner en perfecta concordancia con el último modelo de la FCI añadiendo, por ejemplo, la <

Breve reseña histórica > que quiso el doctor Paschoud, para dar consistencia a la descripción del comportamiento y del movimiento, para distinguir los defectos graves de los defectos eliminatorios en un párrafo donde hemos incorporado las causas de rechazo de la confirmación (que los miembros del SABD conocen, pero no los demás, particularmente en el extranjero), para abrir el abanico de la selección siendo menos quisquillosos con el problema del prognatismo y poner la descripción de las máscaras al día, genéticamente.  

 

 

 

 

 ASPECTO GENERAL

 

 

   Era necesario desembarazarnos de la < literatura > que nos llegaba desde principio de siglo (yo no había podido hacerlo en 1971), pues las cosas no estaban aún maduras y, para empezar, de la expresión <

temible atleta >. <

Atleta > al comienzo de siglo conservaba su antiguo sentido evocador de la lucha y el pugilato, la <

nucade toro >, los <

brazos musculosos > (<

musculosos > figuraba en el antiguo estándar de antes de 1971) y <

la anchura >. Todo eso convenía bastante al Dogo de Burdeos convertido en luchador; sin embargo, en nuestros días, un corredor de fondo es un atleta y Zatopek, Jazy o Mimoun no tienen demasiado que ver desde el punto de vista de la construcción, de la masa muscular, con el luchador. He conservado el sentido señalando que el Dogo es atlético pero he suprimido el adjetivo <

temible >. <

Temible atleta > suena como una fanfarronada. Nos moríamos de risa con lo de <

coloso poderosamente perfilado >; aunque era de circo, iba bien con las sabidurías y las fanfarronadas que se podían leer en algunos periódicos de la época. Pero es mas serio que todo eso. Ciertamente nuestro Dogo puede ser << temible >>, teniendo en cuenta su fuerza, si ha sido maltratado, prisionero en vida, tontamente excitado o si su dueño está desequilibrado o es capaz a lo sumo de no ocuparse más que de los peces de colores.

   Decir que nuestro Dogo es temible, es difamar, lo mismo que la plaza <

perro peligroso > a la entrada de una propiedad. El Dogo de Burdeos es sólo un perro disuasorio.

   He conservado la expresión <

cerca del suelo >, aunque con modificaciones en su definición. La antigua era falsa, decía que <

la distancia esternón-suelo es como máximo iguel o inferior a la altura del pecho >. Esto era así porque en la década de 1960 había pocos Dogos y debíamos conservarlos a todos, incluidos los que estaban un poco levantados. Aunque un Dogo de Burdeos es rechoncho no es necesario hacer un Bulldog, un <

comprimido >, un <

rebajado >.

   Gracias al aumento de la población de Dogo se ha podido suprimir el <

como máximo o igual > por <

la distancia esternón-suelo es algo menor que la profundidad del pecho. 

 

 

 

 

 

 

 

 

PROPORCIONES  

 

 

 

 

PIEL 

 

 

   Nada ha cambiado en el Dogo de Burdeos, por supuesto. La única novedad reside en la medida de la longitud del cuerpo en relación a la altura a la cruz. En distintos estudios sobre la raza se comprobó que la proporción 11/10 era constante.

 

   El doctor Paschoud, presidente de la Comisión de los Estándares de la FCI, lo había enviado en 1986 a todos los miembros de dicha comisión como modelo. Esto desembocó en el Estándar llamado << de Jerusalén>>, adoptado el 23 de junio de 1987 por la Asamblea General de la FCI, día glorioso para vuestro servidor, pues la nueva nomenclatura de las razas en la que había trabajado tanto era igualmente adoptada en su esquema general.

 

Es <

suficientemente holgada >, ya que no es tirante, ni adherida al cuerpo, al menos en el cuello, antepecho y región dorsolumbar. Tampoco es demasiado floja y no forma pliegues sobre el cuerpo. Aunque tiene papada, ésta no debe caer nunca demasiado baja en doble pliegue. 

   Máscara: Hasta hace poco se consideraba que existían solo dos tipos de máscara, negra y roja; sin embargo, esta última es marrón, dilución genéticamente recesiva del negro. La máscara marrón es muy fácil de reconocer porque también son de ese color la trufa y el borde de los párpados. A su vez, existe una segunda clase de máscara < >, si bien en realidad es genéticamente sin máscara; la trufa es rojiza o rosa, con los labios cubiertos de pelos leonados; es difícil de encontrar porque desde hace años se han seleccionado los ejemplares mejor pigmentados

   La máscara negra es muy especial. No sube sobre el cráneo; se puede encontrar negro sobre los arcos suborbitales pero no es nunca muy oscuro, es decir, no forma negras. El negro está limitado a la parte delantera del hocico y a la parte anterior del labio superior, el resto es carbonado. Cuando la máscara es negra lo es también la trufa; asimismo, pueden aparecer carbonaduras sobre las orejas pero sin llegar al negro puro. Genéticamente es más difícil de conseguir una máscara negra bonita que una marrón.

 

 

 

 

 TALLA Y PESO 

 

 

 

 

 Es extremadamente difícil medir con exactitud la talla de un perro, es decir, la medida exacta desde el suelo al punto culminante de la cruz, medida con un tallador rígido colocado verticalmente a la altura de la punta del codo. El mejor método es medir nueve veces, descartar las dos más altas y las dos más bajas y quedarse con la media de las restantes

 

 

   Lo verdaderamente importante es la tipicidad del sujeto, de hecho, a lo largo de mi carrera como juez he dado los primeros puestos tanto a ejemplares muy altos como muy pequeños, siempre que tuvieran la tipicidad más acusada. Las proporciones entre tamaño y peso son esenciales. 

   Debido a las condiciones en las que se cría actualmente, con una alimentación de gran calidad, la tendencia de la raza es a hacerse más grande, por lo que de los 66 centímetros que se admitían se ha pasado a los 68 centímetros máximos actuales, si bien se admiten los ejemplares de hasta 70 centímetros. 

 

 

   El peso ideal está entre 55 y 60 kilos para los machos y alrededor de 50 para las hembras. Se debe considerar a este respecto que el Dogo de Burdeos no debe parecer gordo sino musculado, es preciso adivinar sus costillas.

 

 

Color del manto: Estamos ante una raza cuyo color de fondo sólo puede ser leonado, éste va del tono caoba, que ha sido siempre muy apreciado, al leonado muy pálido, también llamado color Isabela. Por muy claro que sea nunca llega a ser arena, ya que siempre es brillante e intenso. El blanco sólo se admite manchas muy pequeñas en el antepecho y/o en la parte delantera de los dedos, pero no por encima del carpo.

 

 

 PELO 

 

 

 

 

Fino, corto y suave al tacto. Es muy corto en la cabeza y en las extremidades, un poco más largo en las costillas, espalda y riñón, y a menudo claramente más largo en la base del cuello y en la cruz, aproximadamente 2 centímetros.  Estas cualidades aseguran la mejor protección contra los golpes y, sobre todo, contra las mordeduras.

 

 

MOVIMIENTO Hay que vigilar a aquellos ejemplares que trotan con su parte delantera y galopan al mismo tiempo con la trasera, un defecto que se llama albino o paso cansino, señal de fatiga o sufrimiento, en cuyo caso el empuje de los cuartos traseros es defectuoso.Aunque es difícil de observar en una exposición, el Dogo de Burdeos es capaz de galopar con un desplazamiento vertical bastante importante; capaz de arrancar muy rápido a ras de suelo o con las extremidades anteriores separadas para jugar.El Dogo de Burdeos no levanta alto las extremidades anteriores pero, cuando la velocidad se acelera, las lleva lejos hacia delante, momento en el que baja y adelanta la cabeza para situarla como prolongación de la línea superior. El caminar típico es activo, flexible, fácil, abarca mucho terreno, con movimientos bien coordinados en el eje del cuerpo, el hombro móvil, empuje de los cuartos traseros y gran amplitud de las oscilaciones de las extremidades anteriores.  

   Desde mi punto de vista no se debería otorgar la calificación mas alta a un perro que tenga mal movimiento. Esto no quiere decir que se espere de un Dogo de Burdeos andares que no le son propios, jamás trotará como un Pastor Alemán ni galopará como un Greyhound.

 

 

 

 

 

 

 

 EXTREMIDADES ANTERIORES

   Otro atributo que se debe rechazar son los muslos planos, es decir, poco musculados. Esto suele ser signo de problemas articulares, de modo que el perro lleva su peso hacia delante para compensar el dolor que le produce, de ahí que la musculatura no se desarrolle plenamente. 

 

 

   La babilla, entendida como rodilla, debe estar en el eje del cuerpo, si bien por las características de este tipo de perro suele estar ligeramente hacia fuera. En caso de que se encuentren demasiado hacia afuera lo más frecuente es que también se junten los corvejones, defecto indeseable que se debe erradicar completamente en los programas de cría. 

   Las piernas, con músculos salientes, no dan impresión de debilidad o estrechez, sino de potencia. Vistas desde atrás son paralelas y verticales, es decir, aplomadas. Vistas de perfil se aprecian claramente las angulaciones, pero estos ángulos no son tan abiertos como en el Bullmastiff. A es te respecto, si este ángulo es demasiado abierto el perro tiene la grupa mas alta, además camina como sobre muletas; si es muy cerrado, se dice que está sobreangulado de modo que el perro camina mal porque recoge la parte trasera, además ocasiona gran fatiga dado que están constantemente flexionados en exceso.

   La parte delantera del Dogo de Burdeos es más ancha que la trasera, pero no exageradamente. Sin embargo, los cuartos traseros deben ser suficientemente anchos, y la pelvis también, especialmente en las hembras. 

 

 

El color de las uñas carece de importancia.

 

 

   Una curiosidad, es frecuente encontrar pies palmeados en esta raza, por lo que se le presumen cualidades de nadador. 

 Los dedos están relativamente apretados, per sin pretender lo imposible, ya que con su peso el Dogo de Burdeos no puede tener pies de gato, si bien es preciso evitar los pies aplastados con los dedos muy abiertos. A este respecto insistimos en el hecho de que es un animal digitígrado, lo que se especifica claramente en el estándar. 

 

 

   Región metacarpiana: De perfil está ligeramente inclinada; a veces la oblicuidad no es ligera cuando el ejemplar está aplastado bajo su propio peso. El metacarpo, visto de frente, rara vez está perfectamente circunscrito en el eje del cuerpo, sino ligeramente hacia fuera, para compensar la inclinación del antebrazo. Por esta razón es frecuente que en antebrazos muy inclinados hacia el interior el metacarpo se incline excesivamente hacia el exterior, lo que proporciona la forma de lira, totalmente indeseable.

 

 

   Pies: Desde el frente, los pies delanteros siguen la dirección del metacarpo; así pues, lo preferible es que estén casi en el eje del cuerpo, ligeramente hacia fuera

   Antebrazos: Muy importantes en el juicio de un perro. De perfil son verticales; de frente deben ser tan verticales como sea posible. Ligeramente inclinados de fuera hacia adentro de tal forma que se aproximan, pero no demasiado, al plano vertical medio.  

   Codos: Están en el eje del cuerpo. No están despegados ni demasiados apretados. Son flexibles.  

   Brazos: Acusadamente musculosos. 

   Hombros: Sobresalen sus músculos. La oblicuidad de la escápula es normal, alrededor de 45 grados sobre la horizontal. El ángulo escapulo-humeral tiene un poco más de 90 grados. Esto se aprecia porque el antebrazo, vertical, está situado un poco hacia atrás bajo el cuerpo.

   Cola: Insistiremos en su flexibilidad, es decir, sin ninguna parte rígida. Asimismo, hacemos hincapié en su posición en movimiento, nunca vertical y mucho menos enroscada sobre el lomo. 

   Línea inferior: Desde el pecho hacia el vientre, relativamente elevada. El vientre es firme. Por delante el pecho es ancho y fuerte, especialmente en los machos; con la línea inferior convexa hacia abajo. El perímetro toráxico es, actualmente , entre 25 y 35 centímetros mayor que la altura a la cruz: por ejemplo, un perro de 60 centímetros de alzada tiene un perímetro torácico entre 85 y 95 centímetros. 

   En el Dogo de Burdeos el pecho es alto y bien descendido, lo que condiciona el aspecto cercano al suelo.

   Pecho: Por cuestiones culturales, diferentes según las latitudes, se omite deliberadamente el término profundo. Por ello se utilizan los términos longitud(desde el antepecho hasta la mitad de la última costilla) y la altura ( verticalmente desde la cruz al esternón). 

   La grupa es moderadamente oblicua, en caso de que lo sea demasiado, la parte trasera en más baja y no anda correctamente. Tampoco debe tender hacia la horizontal. La línea superior está bien sustentada, lo que no significa recto, al menos para un concavilíneo, pero tampoco es ensillada. El riñón es ancho, fuerte; no demasiado largo para que el perro no se balancee al caminar pero sí un poco convexo. 

   Sus contornos no deben estar alterados por una papada excesiva. 

 

 

   Orejas: Deben ser pequeñas, es decir, ni demasiado largas ni demasiado anchas; relativamente pequeñas y caídas pero firmes, con el borde anterior pegado a las mejillas pero el posterior despegado, sobretodo cuando el individuo está atento. Aunque se admite la oreja plana, nunca se permite la oreja en rosa. Jamás deben ser amputadas.

 

 

 

 

   CUELLO  

 

   Debido a su fuerza recibe el calificativo de cuello de toro o de luchador. Es casi cilíndrico pero no demasiado corto.  

 

 

 

 


   Ojos: Su color es avellana en los ejemplares con máscara negra y de color ámbar en los perros de máscara marrón. En ellos son importantes la forma, la posición y el color. Son ovalados porque están encajados normalmente en las órbitas, nunca saltones; deben estar muy separados y mirar recto hacia delante. La conjuntiva no debe ser aparente; si bien es frecuente que el párpado inferior se curve hacia abajo, algo no demasiado grave pero tampoco deseable. En ningún caso se admiten el ectropión ni el entropión, este último puede causar lesiones oculares. 

   Labios: Como el labio superior estaba bien descrito visto de perfil, requería que se hiciera lo mismo visto de frente; es decir, formando una uve invertida y abierta, no una <

U > invertida, como un Bulldog. Los labios no deben caer exageradamente y deben poder elevarse en el comportamiento de amenaza; asimismo, en ningún caso deben atravesárselo al morder, es decir, no deben colgar en exceso. El estándar prevé que el labio superior cubra por los lados pero no por delante, ya que ocultaría el mentón.  

   Mandíbulas: El estándar de 1995 aporta una novedad importante que ha sido bien acogida por la comunidad científica, puesto que amplía el abanico de selección. En la actualidad el Dogo de Burdeos debe ser prognato inferior, nada más. Otra novedad es la descripción de la mandíbula inferior, que se curva hacia lo alto desde el mentón bien visible. Es muy importante que la caña nasal esté ligeramente cóncava, ya que si es recta cambia completamente la expresión. El hocico presenta un plano ligeramente inclinado de abajo arriba porque la trufa está retraída en relación a la parte delantera de aquél. Los orificios nasales deben estar muy abiertos, lo que no sucede siempre, por lo que debería recibir la atención que merece.  

 

 

   El cráneo tiene la forma de trapecio. Lo que importa es la anchura, el grosor del cráneo y del hocico, las mejillas y los arcos cigomáticos prominentes, la frente alta y ancha. Los ejes longitudinales del cráneo y de la caña nasal son convergente y se juntan muy cerca de la trufa.

 

 

 

 

 .Artículo de la Revista El Mundo del Perro Edición 44.